2 nov 2014

Sopa de lentejas, calabaza y anís verde




En los meses de otoño-invierno no hay nada mejor que una sopa caliente que nos reconforte. Os traemos una combinación nutritiva y deliciosa "Lentejas, calabaza y anís verde" que mezcla legumbre y verduras y el aromático y digestivo anís verde.
 
Ingredientes (4 personas)

  • 700 g de calabaza con su piel
  • 160 g de lentejas pardinas
  • 1,5 litros de agua
  • 1/2 cebolla
  • 1 puerro
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de semillas de anís verde *
  • 1/2 cucharadita de sal y pimienta negra molida al gusto 
 
    Modo de elaboración  

    1) Pelamos la calabaza y la cortamos en dados. Pelamos y picamos la cebolla y el puerro.

    2) En una cazuela mediana ponemos el agua, las lentejas y el anís verde. Llevamos a ebullición lenta y cocinamos hasta que las lentejas estén tiernas, unos 30 minutos. A los 10 minutos incorporamos los dados de calabaza, puesto que esta necesita un tiempo de cocción menor para quedar blanda pero firme. Añadimos media cucharadita de sal.

    3) En una sartén, calentamos el aceite de oliva y pochamos a fuego lento la cebolla y el puerro, unos 7-10 minutos.

    4) Añadimos la cebolla y el puerro a la cazuela, revolvemos bien y cocinamos a fuego bajo durante otros 10-15 minutos, para que los sabores se mezclen.

    Listas para rectificar de sal y disfrutar. En el momento de servir podemos enriquecer esta sopa incorporando daditos de pan horneados, almendras laminadas, una cucharadita de semillas de sésamo…

    *Esta sopa también resulta exquisita si se sustituye el anís verde por comino.
     
    Información nutricional


    Este plato nos parece perfecto para animaros a consumir a la olvidada legumbre. Un ejemplo de que las lentejas se pueden utilizar en sopas, en lugar de, por ejemplo, los usuales fideos, los primeros a los que solemos recurrir cuando queremos enriquecer una sopa.

    Las recomendaciones nutricionales nos marcan que debemos incluir en nuestra alimentación de 2 a 4 raciones semanales de legumbres, siendo la ración 60-80 g, peso del producto en crudo, y 150-200 g, peso una vez cocinado. Por su contenido en fibra, las legumbres ayudan al buen funcionamiento de nuestro tracto gastrointestinal, previniendo el estreñimiento, y colaboran con una absorción más lenta de glucosa y con unos menores niveles de colesterol en sangre. Incuso si estamos controlando nuestro peso debemos consumirla semanalmente, ya que otra ventaja es la gran sensación de saciedad que nos aportan.

    Su riqueza en hidratos de carbono complejos hacen de ellas un alimento ideal para el aporte energético (os recordamos, una vez más, que el 55-60 % de la energía diaria que necesitamos debe provenir de los hidratos de carbono). Y ya sabemos que también son una buena fuente de proteínas, y que si las mezclamos con los cereales obtenemos unas proteínas de tan buena calidad como las de los alimentos de origen animal: carnes, pescados, huevo, etc.

    Una de las razones por las que no nos agradan mucho las legumbres son los gases que nos producen y esa molesta sensación de hinchazón abdominal que nos genera su consumo. El anís verde que hemos utilizado en esta receta no solo pone un punto aromático formidable, sino que también es sumamente útil para ayudar a prevenir estos gases y dolencias gastrointestinales, gracias a las propiedades carminativas y digestivas de estas semillas.

    ¿Te hacen falta más razones? ¡¡Consume legumbres!!

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